El PJ de los años noventa se dedicó a privatizar los logros estatales y triunfales de Perón, traicionando de esa manera a su padre ideológico. Sus practicas fueron siempre las mismas: primero dejar undir las empresas (destapando lo podrido de sus desprestigiosos funcionarios que la conducen), para que luego sean consideradas perdidas económicas y que la opinión publica, cansada de todo eso, apoye una salvadora privatización. Que, como todos sabemos, el estado siempre pierde: vende a menor valor y facilita fraudulentos negociados.
Cuando Mendia nos dice que no hay proyecto para canal 3, nos está diciendo justamente eso, que ese es el proyecto para canal 3.
La lógica privatista destruye a la institución en todos sus niveles:
En la pantalla:
Programas viejos ya emitidos una y otra vez. Películas baratas de poca monta. Distintos logos representan a la institucion: en la pantalla vemos uno distinto al de los autos del canal, hecho que refleja la inconcistencia de la identidad de la institucion desde la propia institucion.
En la emision de los programas grabados se deja la hora y la temperatura del dia en que se grabó. Entonces, por ejemplo, el espectador a las 18hs pone canal 3 y en la pantalla dice 21.35hs. Esto demuestra el desinteres por la calidad del servicio.
En la reducción de servicios:
Hace dos años quitaron la comunicación satelital con la ciudad de General Pico, dejando afuera la integración de las ciudades más importantes de la provincia.
Desde entonces tampoco hay móvil de exteriores, ni enlaces en directo para ningun programa, salvo las políticas relacionadas a Verna.
En el mobiliario: las instalaciones del canal están cada día mas deterioradas. No hay mantenimiento.
En los gerentes: ningún gerente ocupa su lugar por idoneidad, hecho que se demostraría concursando. Las cinco Gerencias las ocupan personas funcionales a negociados.
En la ausencia producción de programas: Canal 3 dispone de un presupuesto anual de $9.044.079 y cuenta con ciento treinta y cinco (135) empleados permanentes y con equipamiento suficiente para producir programas propios. Pero solo hace dos programas, el resto son producciones privadas.
Se contrata personal para mantenerlo oscioso y luego acusarlo de ñoquis.
En los empleados: se los divide de su lugar de trabajo quitándoles sentido de pertenencia al no dejarlos participar en las decisiones de ningún tipo, ni siquiera las de su sector. No hay objetivos integradores y todo se mantiene confuso en ausencia de transparencia.
En la falta de transparencia: en cuanto a los manejos del presupuesto y a la disposicion de los elementos publicos para usos personales, pero que todos pueden ver claramente, es decir, abiertamente se muestra la falta de transparencia y al no ocultarlo fomenta la marginación de aquellos que se quieren mantener honestos (trabajadores, espectadores, activistas de distintos sectores sociales, ideologicos y politicos).
Con todo esto la opinión publica, en definitiva, va a pensar que es un gasto innecesario.
Este es el paso que le antecede a una privatización: desmerecer lo publico, dejarlo undir, para que la salvación de ese gasto inuti, "lleno de ñoquis y chantas" deje de solventarlo el pobre pueblo.
Es a ese discurso al que nos anticipamos los trabajadores autoconvocados de canal 3 y el que queremos evitar, pues en el se esconde el verdadero ser de una televisión pública, es decir:
….una televisión cuya estructura y cuyo concepto, garantizan la independencia económica y política que, al no depender del gobierno de turno, ni de la publicidad comercial, pertenece a los ciudadanos y es un instrumento fundamental para la democracia. Se caracteriza por dirigirse más al ciudadano que al consumidor, además de tener la obligación de unificar la complejidad geopolítica y cultural provincial y ofrecer una imagen permanente de pluralismo social, ideológico y político pero sin dejar de lado las minorías.
“el concepto de televisión pública cobra sentido cuando se transmite a los usuarios, por ese medio, un conjunto de mensajes e informaciones de naturaleza cultural que contribuyen de manera notoria a su mejor formación educativa e intelectual o a su elevación y dignificación espiritual. Tiene sentido hablar de televisión pública cuando se privilegia la divulgación de imágenes o conceptos que apuntan a brindar un servicio de información cultural aséptico y despojado de toda intención demagógica, como es -por ejemplo- el que se proporciona habitualmente en los múltiples establecimientos públicos del sistema educativo. El concepto, en cambio, se desnaturaliza y hasta se envilece cuando detrás del material que se pone en pantalla asoma una clara intención de divulgar concepciones ideológicas o políticas que se corresponden neta y claramente con el interés específico del gobierno de turno”.
los trabajadores de Canal 3 necesitamos que la sociedad luche con nosotros para recuperar estos valores que dignifiquen una television publica para todos.
1 comentario:
Estoy de acuerdo con lo que reclaman, recuerdo cuando hace muchos años el 70 sino el 100 % de la programacion era hecha en el canal. Una observacion ortografica: dejar hundir es con H...
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