DESPUES DE ROCA...

Mientras todos los excesos son atendidos por la humanidad toda, es justo y necesario distinguir entre estos y el abuso. Y mas precisamente el abuso de poder, donde se nota bien tal diferencia. El mal trato no es un exceso, sino el abuso de una circunstancia o de una situación no solo para sobrepasarse en la fuerza utilizada, sino para emplearla como un disparador de la violencia reprimida por el que la ejerce.
Todo abuso gira en detrimento del abusado o lo abusado, y la diferencia es clara cuando se tiene bien en claro la intención con la que se realiza una acción.
El descuido de un bien publico como lo es canal 3 no puede ser calificado como un exceso negligente, porque la perdurabilidad en el tiempo de la situación que este medio padece, a sido advertido y utilizado por el poder gubernamental en su beneficio, en detrimento del pueblo pampeano, que aunque siempre se dio cuenta del abuso, muy pocas veces tuvo el animo necesario como para hacerse eco de los reclamos de los abusos que este canal viene padeciendo.
Entonces es mas claro todavía que para que un abuso se concrete se necesitan dos elementos: el ejercicio de poder del abusador y la debilidad de un abusado que, por miedo; por desconocimiento; por conformismo o por pereza, permita el abuso mencionado.
Las preguntas son: ¿que es lo que provoco el silencio de los intelectuales y culturosos que desde el silencio permitieron el uso y abuso del principal medio publico de la provincia?; ¿porque muchos todavía callan?; ¿quienes son los que ganan si canal 3 sigue siendo dirigido desde la ausencia de ideas?; ¿o será que esa es la idea mas creativa de los políticos de turno?
Ya es hora que los eufemismos dejen de engañarnos. Cuando se trata de los responsables de gobierno, la negligencia y el maltrato dejan de ser simples excesos y se convierten en abusos de poder, siempre apañados por la burocracia imperante y permitidos por la abulia de los que se dan cuenta de lo que sucede y miran para otro lado y no porque el canal de los pampeanos deje mucho que desear ,sino porque han logrado creer la mentira de que esta todo bien.
Que el denunciante diga y la justicia se expida, ese es el orden, y también el remedio. Y ya es hora.