Se levantó la guardia policial con varios meses de presencia ininterrumpida en canal 3. En un canal público. En tiempos democráticos. Sin conflicto que justificara su extensión en el tiempo. Esa presencia –un polícía por turno- se retiró a raíz de una nota presentada por los mismos trabajadores de la emisora. Quien haya seguido el conflicto sabe que no son los mismos autores de las “otras notas” ¿se entiende?
Hagamos memoria:
Agosto de 2009, inicios. Contexto de reclamos y asambleas de los trabajadores de Canal 3 que se convocaron desde fines del 2008. Abiertas, públicas, con posturas divulgadas a través de la prensa.
Esas escenas de ejercicio democrático, fueron interrumpidas por otras más graves y retrógradas. Imágenes en vivo y directo. Patrulleros en la entrada y policías que desalojaban la planta.
Tiempos de democracia, canal público. El lugar equivocado para patrulleros que llegaron “porque lo piden por notas”, decían. ¿Cómo? ¿aprietes? ¿Dónde se origina el exceso? ¿de qué lado?
El subsecretario agitaba unas hojas con firmas para explicarlo: piden seguridad y hablan de aprietes.
Ha sido evidente que las demandas surgidas de las asambleas se expresaron en documentos. Está escrito. El aumento en la conciencia social-laboral se concretó en mayor precisión en los reclamos elementales: blanqueo y especificidad de la función televisiva. Aplaudidas. Paros. Y más. Hay palabras recuperadas: transparencia y pluralismo. También Televisión Pública. Eso que suena “bonito” pero no se cumple. La televisión pública es reclamo de los mismos trabajadores que redactaron una síntesis que se repartió como volante en abril, en el debate sobre Ley de Medios, con Ortiz y Baladrón ofreciendo discursos formales. Con solidaridades que llegaron, sí, desde otros ámbitos.
El director Pregno -quien había asumido un mes antes- y las gerencias decidieron la no salida al aire de programas locales. La medida incluyó al Noticiero 3.
Aparecieron –entonces- las notas –dos por lo menos- con firmas de trabajadores (¿?¿) No valdría la pena aludir al contenido si no hubieran provocado –con móviles policías y desalojo de la planta- una de las páginas más negras en la historia del canal. Hay muchas otras, registradas por la prensa, no por la justicia.
Más allá de la redacción -que reprobaría cualquier docente- luego de admitir la legitimidad de los reclamos, los “firmantes” expresaron sus razones:
a-Tenían “preocupación”. La precarización laboral no era, precisamente, el foco de su inquietud. si no más bien “la integridad física”. ¡Ehhh!
b- Denuncian “aprietes a los que somos sometidos de manera sistemática”.
La asamblea de trabajadores les respondió por comunicado del 8 de agosto:
“repudiamos la maniobra sucia de quienes mintiendo alevosamente nos denunciaron por supuestas amenazas y aprietes sistemáticos que nunca existieron, provocando con esta falsedad que el gobierno irrumpiera con la policía”
c- Se identifican como “trabajadores autoconvocados” (¡!) Uso oportunista de una categoría que reivindicaron los trabajadores de canal 3 allá por el 2003, cuando se denunciaba la manipulación periodística.
d- Confiesan: “hay otro camino, diálogo y negociación”. Ello pierde legitimidad cuando, en ámbito público, no queda expresado el carácter público del canal, en los llamados a concurso, en la transparencia y tantas otras condiciones reclamadas. Sin respuesta. Diciembre de 2009. Silencio. O, mejor, a modo de ejemplo, una de la respuestas a la “bonita pluralidad” fue – ahí nomás- la burda censura a un senador.
e- Apremiados, “nos vemos motorizados a solicitar audiencia”. La preocupación les impuso celeridad en el diálogo, pero con otros temas que no eran los reclamos puntuales, y colectivos. El neoliberalismo del “sálvese quien pueda” impera contra la solidaridad, también en un medio público.
f- Enigmáticos, “nuestra verdad debe ser escuchada”. Cuál verdad. ¿la transparente? ¿la pública? ¿la solidaria? ¿se expuso democráticamente en las asambleas? ¿Qué audiencia? ¿Qué verdad? No lo sabemos. O sí.
Una verdad economicista surge –primero- de concebir el canal como coto privado donde la “negociación” es así, privada.
Sin que resulte sorprendente, a posteriori se negaron los aprietes que constan en las notas.
Pero la guardia policial siguió de lunes a lunes, las 24 horas. Pasó septiembre, se fue octubre y el lunes del 2 de noviembre se respondió al pedido por escrito. Vinieron uniformados por las dos o tres notas. Hablando de notas, no hubo “notas televisivas” en Noticiero 3 y eso que la guardia de meses en un canal público era una nota de interés.
Por estos días, ya no hay guardia policial en la televisión pública, en democracia, con Estado de Derecho. Fue a raíz de otra nota -muy diferente- a las que exhibía el subsecretario para explicar el exceso. A todas luces, increíble.
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AFUERA LAS GERENCIAS
PEDIMOS LA DEROGACION DE LA LEY DE CREACION DE GERENCIAS Nº 2279/6 Y REEMPLAZARLA POR UNA INSTANCIA MAS TRANSPARENTE COMO LO SON LAS JEFATURAS POR CONCURSOS, CONTEMPLADAS EN NUESTRO ESCALAFON.
EN TANTO CARGOS POLITICOS, SIN REQUISITOS DE IDONEIDAD, DICHAS GERENCIAS SOLO APORTAN ARBITRARIEDAD Y DISCRECIONALIDAD A LA EMISORA.
PEDIMOS LA RENUNCIA INMEDIATA DE LOS GERENTES.
EN TANTO CARGOS POLITICOS, SIN REQUISITOS DE IDONEIDAD, DICHAS GERENCIAS SOLO APORTAN ARBITRARIEDAD Y DISCRECIONALIDAD A LA EMISORA.
PEDIMOS LA RENUNCIA INMEDIATA DE LOS GERENTES.
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